6 junio 2022. José María Ramírez Bercero (Barcelona, 1969) es secretario del consejo directivo de la Mutualidad de Procuradores desde 2019, aunque ya era miembro de la dirección 10 años antes. Sus responsabilidades principales recaen en la política de auditoría interna, Compliance -cumplimiento normativo- y comunicación. Se hizo mutualista cuando se colegió porque le pareció la mejor opción. Sobre su responsabilidad en el consejo directivo, resume: “Siempre me ha motivado ayudar a la buena marcha de la Mutualidad y, aunque conlleva mucha responsabilidad y trabajo, es muy satisfactorio prestar este servicio a los compañeros de profesión”.
¿Desde cuándo eres procurador y por qué?
Soy procurador ejerciente desde el año 2000. Después de haber estado varios años como oficial en el despacho de un procurador y hecho prácticas una temporada en otro de abogados, opté por esta profesión porque me gustaba más que el ejercicio de la abogacía.
¿Qué te impulsa a asumir responsabilidades en la Mutualidad más allá de tu trabajo diario como procurador?
Me encanta mi profesión y confío la Mutualidad. Pese a los avatares económicos y legislativos que afectan al sector, la Mutualidad es hoy por hoy una apuesta muy segura para el ahorro. Siempre me ha motivado ayudar a su buena marcha y organización. Y, aunque conlleva mucha responsabilidad y trabajo, es muy satisfactorio prestar este servicio a los compañeros de profesión.
¿Cuál es la labor del consejo directivo de la Mutualidad? ¿En qué beneficia a los mutualistas?
El consejo directivo es el órgano de gobierno que supervisa todo el funcionamiento de la Mutualidad, buscando siempre el máximo beneficio para el mutualista, que es nuestra razón de ser. El consejo ejerce las facultades que le otorga el Estatuto de la Mutualidad y ejecuta los acuerdos tomados por la Asamblea General de Mutualistas, que es soberana y se celebra una vez al año.
¿Y concretamente la del secretario?
El secretario, cuyas funciones también se recogen en el Estatuto, es el responsable administrativo en general: certifica, custodia y organiza la documentación, contando con la estructura administrativa de la Mutualidad y sus empleados. Además, soy responsable de las políticas de auditoría interna, Compliance y comunicación. También ejerzo las funciones que pueda delegarme el presidente del Consejo.
Eres el encargado de conducir la Asamblea General ¿Cómo te preparas?
La Asamblea General se va preparando durante todo el año con el trabajo de los consejeros, desde las modificaciones legales que hay que abordar, hasta los consejos que celebramos mensualmente y las decisiones que vamos adoptando. Con todo ello, perfilamos primero una reunión con los delegados de la Mutualidad, que son una pieza clave y que luego organizan sus asambleas territoriales. Finalmente, todo se concreta en la Asamblea General, donde el secretario debe tener clara la distribución de roles y materias.
¿Qué es lo más importante para ti de la Asamblea?
Lo más importante es que todas las cuestiones que propone el consejo sean aprobadas por la Asamblea General y salgan adelante, ya que es la forma de avanzar y supone un respaldo a nuestra gestión, sobre todo en lo que se refiere a la gestión económica. Hemos sacado adelante la Asamblea sin ningún voto en contra en ninguna de las cuestiones del orden del día. Por otra parte, intento que Asamblea transcurra con el máximo rigor posible, a imagen de lo que intentamos que sea nuestra gestión siempre.
Otra de tus funciones es la comunicación de la Mutualidad. ¿Qué implica?
Desde la comisión de comunicación trabajamos para que la Mutualidad sea cada vez más conocida, especialmente las ventajas que comporta ser mutualista con respecto al RETA. También intentamos acercarnos cada día más al mutualista, que perciba la Mutualidad como una entidad accesible y de grandísima utilidad para nuestra profesión y nuestra previsión social. Y creo que lo vamos consiguiendo, con el trabajo no solo de la comisión de comunicación, sino con el de todos los empleados y consejeros.