LA TRASCENDENCIA DE UN BUEN GOBIERNO CORPORATIVO
En la actualidad, muchas organizaciones asumen el reto de adoptar mejores prácticas en materia de Buen Gobierno Corporativo, independientemente de su tamaño o el sector al que pertenezcan.
El concepto de Buen Gobierno Corporativo surge como un instrumento de autorregulación para convertir los principios y valores de la empresa en una herramienta de creación de valor. Responde a una necesidad de controlar y transparentar las actuaciones de los órganos de gobierno estableciendo sus principios de actuación, reglas básicas, organización y funciones.
En España, el Gobierno Corporativo inició su recorrido con las normas y recomendaciones de la Comisión Olivencia, la Comisión Aldama, la Ley de Transparencia, la Orden ECO/3722/2003 y la Circular de la CNMV 2/2005 entre otras, dirigidas a las Sociedades cotizadas, obligadas a realizar un informe anual de gobierno corporativo.
Su importancia no radica en su obligatoriedad, sino en el convencimiento de que un uso eficaz de prácticas adecuadas de buen gobierno contribuirá a mejorar la gestión y proporcionar una mayor protección y seguridad a los grupos de interés de la entidad.
En el caso del sector asegurador, la aparición del nuevo marco regulador, la Directiva Solvencia II, propicia que determinados requisitos, como la honorabilidad y profesionalidad de los consejeros, del sistema de gobierno dejen de ser una cuestión voluntaria.
La Mutualidad de Procuradores está trabajando e introduciendo los cambios necesarios para responder a estas exigencias de solvencia, honorabilidad y transparencia en la gestión. La entidad está implementando nuevas regulaciones internas, complementarias a las existentes, con el objeto de que las mejoras previstas en la organización tengan una repercusión positiva en los intereses de nuestros Mutualistas y Procuradores.